HABITAR EL TIEMPO

Observaciones:

Es una reflexión sobre aquello que experimentamos en la vida cotidiana, intentado ocupar los instantes a toda costa y dejando que las horas pierdan el reloj infinito donde nunca alcanza para hacer todo aquello que anhelamos; es elevar una plegaria por las cosas que deben disfrutarse, aún incluso pagando el precio de la improductividad y la falta de progreso. Los sueños son rincones de silencio y quietud. Los momentos más significativos se perciben en cada uno de los elementos y la energía, como una fogata en medio de la noche, la luz solitaria que ilumina una mirada o el agua acariciando la piel, arrojándonos a la introspección en tiempos de abandono. Así, detenerse es un privilegio. Tomar un respiro justo en el momento menos oportuno, ese instante desconectado de la realidad, abre los paisajes mentales en los que reconoces tu rostro, la belleza de tus manos, el color real de tus ojos. El silencio en la quietud invita a las ideas, al diálogo contigo mismo. Encuentras la narración más fiel a tu historia.