Kasia Uminska

Observaciones:

“Novis Initiis – Mater Familias”, grafito y carboncillo sobre papel, 2020. En el contexto general, la pintura habla sobre el ciclo continuo de la vida, la muerte y el renacimiento, en referencia a la dimensión mental, emocional y espiritual del Yo. La figura femenina (Mater Familias: la madre de la familia, la líder de un colectivo, la matriarca) representa el Poder Creativo Femenino / la Madre / la Tierra que da a luz a un nuevo Yo, una nueva conciencia, una nueva percepción y una nueva realidad, ella crea NUEVOS COMIENZOS (Novis Initiis), también representa a la humanidad en el proceso de transformación y metamorfosis. Su existencia (como la existencia de todos nosotros) está constituida por un constante crecimiento y transformación que con el tiempo da forma a un círculo sagrado de autorrealización donde el Fin se convierte en un Principio y el Principio, se convierte en un Fin, una y otra vez (Vida - Muerte - Renacimiento). Situé este círculo sutilmente en el fondo, detrás de la figura, a la altura de su cintura, y, no sin razón, alrededor del abdomen. El abdomen es un lugar donde se encuentra el Hara: el centro del cuerpo etéreo o chi, el punto focal de la energía desde la cual se da, se sostiene y se quita la vida, es la Fuente de la Vida y la Puerta del Espíritu. Así como, tampoco es casualidad que en la parte central del dibujo esta situado el tórax y el corazón, el centro de energía más poderoso y el centro de la unidad, amor y compasión del alma. Los múltiples brazos de la Mater Familias representan diferentes posibilidades (buenas y malas) de lo Nuevo, de las diferentes versiones del nuevo Yo y de las nuevas realidades; una especie de universos múltiples/paralelos que juntos comprenden todo lo que existe, la totalidad del Ser de la Mater Familias. En algunas partes los brazos son más transparentes y en otras menos transparentes (más reales/posibles y menos reales/posibles) depende de la percepción del espectador y de todas las elecciones que habían formado esa percepción. Entonces, la nueva realidad podría ser positiva o negativa, llena de esperanza o aterradora dependiendo de la interpretación del observador. En este caso, la Mater Familias es también la madre de libélulas - un poderoso símbolo de cambio y transformación. Por lo tanto, sus brazos representan también las alas de la libélula en movimiento, la materia en un estado de constante cambio. En relación con la simbología de la Libélula, en casi todas las partes del mundo es un símbolo del cambio, de la transformación, la metamorfosis, la adaptabilidad, la sabiduría y la autorrealización. Un cambio que se refiere a la madurez mental y emocional y en la comprensión del significado más profundo de la vida. La libélula normalmente vive la mayor parte de su vida como una ninfa o un inmaduro en el agua, pero una vez alcanzada la madurez vuela sobre el agua (solo por una fracción de su vida). Este vuelo representa un acto de ir más allá de lo que está en la superficie y de examinar las implicaciones y aspectos más profundos de la vida. En el mismo contexto, los ojos de la Libélula (así como los ojos de la Mater Familias) simbolizan la visión desinhibida de la mente y la capacidad de ver más allá de las limitaciones del ser humano. Por lo tanto, la Libélula puede ser un símbolo de sí mismo que viene con la madurez y puede simbolizar las ilusiones pasadas creadas por nosotros mismos que limitan nuestro crecimiento y capacidad de cambio. En diferentes culturas, la Libélula ha sido un símbolo de NUEVOS COMIENZOS y del CAMBIO, y generalmente significa ESPERANZA y AMOR. Sin embargo, las libélulas también son DEPREDADORES, por lo que le añade una exquisita AMBIGUIDAD a la interpretación simbólica, ya que, pueden anunciar un cambio positivo como negativo. La penetrante mirada de la Mater Familias no solo encarna una parte de la simbología de la libélula sino también la del signo de zodiaco: el Escorpio. Dicen que las personas nacidas bajo el signo de Escorpio son personas muy determinadas, decisivas y excelentes líderes con una mirada impetuosa y penetrante, al igual que mi clienta. Además, el Escorpión es un signo de extremos, crisis, transformación, regeneración y la actitud hacia el cambio. En su modo más alto representa Ave Fénix y un cambio constante en las formas de muerte y renacimiento. En el antiguo Egipto, el Escorpión era un símbolo del poder del cambio particularmente en términos del crecimiento de nuestra alma a través de varias encarnaciones.